"¡Oh Hispania! La más hermosa de todas las naciones que se extienden desde Occidente hasta la India. Tierra bendita y feliz, madre de muchos pueblos, de ti reciben luz el Oriente y el Occidente. Tú, honra y prez de todo el orbe; tú, la nación más ilustre del globo. No hay en el mundo región mejor situada, ni te abrasa el estío, ni te hiela el rigor del invierno, sino que circundada por un clima templado te nutren céfiros blandos. Cuánto hay de fecundo en los ejidos, de precioso en las minas y de provechoso en los animales, tú lo produces. Rica, por lo tanto en hijos, joyas y púrpuras, fecunda también en gobernantes y en hombres que poseen el don de mandar, te muestras tan fecunda en adornar príncipes como feliz en producirlos".

 

"Con razón ya hace mucho tiempo te deseó la adorara Roma, cabeza de gente y aunque vencedor, aquel empuje romano te desposara primero, luego el muy floreciente pueblo de los godos, tras haber conseguido numerosas victorias, a su vez te tomó y te amó.          (Isidoro de Sevilla)